domingo, junio 11, 2006

Desvinculo


El fuego del sauce
nos inunda los ojos con brotes
de incertidumbre.
Allí estamos apostados
no queriendo pronunciar el día fecundo
que tienen los óvulos vírgenes.

Suceden noches, días, años.

Auxilias el vientre
con los dedos moribundos
pero no hay exilio...
Lejos de la habitación sombría
hay milagros para el beso
en los anuncios periódicos.

Materias irresueltas
en ojos incrustados por el miedo
carentes espacios para cubrir el amor relámpago
en fragmentos ilusos de fe.

Crónicas intermitentes de recuerdos
luchas de ruedas de la fortuna
que nos paralizan frente a cuerpos inmóviles.

Y se desliga
ese origen de amor duro
en el tacto húmedo de una irracional
sombra indestructible.

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