viernes, mayo 26, 2006

La otra mujer





Otra mujer debe entenderme,
debe gritarme la cobardía
la incompuesta fisura de mis lagrimas caídas
por el suelo
debe obligarme a desvestirme bajo tu cuerpo impaciente
debe zurcir las heridas con los besos nauseabundos
( entre el cigarrillo y el alcohol)
y apostarse sobre mis caderas rítmicas hilvanando las crudezas pactas
las criticas imposturas del miedo intencional
que atrapa sobre la enredadera tu carne adversa y adicta.

La otra mujer debe enceguecerse sobre el vino barato,
repentinamente debe llorarse sobre la voz sensual de antecesora
( debe condenarse a ser fatal sobre una irracional zozobra de amor)
y enmascarar su agudeza ágil para pervertir a las almas vírgenes.


Mi otra mujer enmudece frente al pánico de tu cuerpo pactado y frío
anudece sobre las carreteras el deseo de la fuga melodramática,
porque bien sabe que el amor la recorre
entre el miedo divisorio de una extensa fuerza
y entonces
llora, ríe, neutraliza

Sabe que todo es un espanto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se agradece encontrar en la web alguna pagina de este tipo, que mas que 'palabras huecas' (Occam) contenga algo real, poesia que es un misterio pero que su esencia sea la vida del que escribe...muchos saludos