jueves, marzo 30, 2006

Desamor



Yo sé que vamos a llorar,
porque tenemos las pieles naufragas
un continuo corte de heridas mudas.

Me corté,
en tu roce de volcán húmedo.
Ahora soy la mujer cimentada
exiliada en cárceles de humo.

No voy a llorar,
en mi sucedáneo de amor,
no aspiraré desnuda a tus coitos
y en las sombrías ventanas del desamor
no voy a antojar a tus palabras de nostalgia.

Ahora quedaré callada
mientras otras
hacen de tu morada su exilio
te acogen en sus básicos pechos
creyendo ineludiblemente tocar tu interno sitio
de hombre predilecto.


No querré comer tus olores de fracaso,
no quiero esconderte en mi saliva por doscientos años.
Ya no hay maquillaje en estas palabras de sitio aparente.
No voy a llorar,
Sin embargo el odio
que te suda se hará mi cabecera.

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