Tu serpiente pegajosa llueve,
digo, ábreme.
Soy la voz del placer fugaz y distante:
una erótica sensual en llamas
decidida al suicidio colectivo,
carne; grandes labios lluviosos,
decididos al placer erótico sensual.
Te digo: ábreme y júntame
Y júntame y ábreme.
Penetra con fuerza el sudor agónico
viérteme de caos
llámame a la juventud,
muéreme en la sal dulzosa del mundo físico.
1 comentario:
Me gusta tu forma de expresar es natural y sin ninguna restricción...
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