A menudo te pienso,
y te bendigo en mi sexo
(como una desconocida),
finjo odiarte
me rio solitaria de tus besos.
Me siento a ordenar,
tu lengua y las silabas.
A menudo te siento,
arrastrado en mi corazón detenido,
como si fueras un silencio
que se consume,
un orden,
impenetrable y enmudecido.
Como si fueras una fuga,
que se multiplica en la tempestad.
(La fuga de mi vida incompleta y solitaria)
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