miércoles, enero 06, 2010

Imagen (sin titulo)


Deja tu cigarrillo prendido
sobre el mantel
sobre el vidrio consumido,
deja tu carne caliente
y sécame el rojo de los labios
como bien sabes que prendería la sangre
en tus ojos.
Créete un poco animal por unas horas
deja tu papel de poeta para el escondite
ábreme esas piernas como para el circo
de las risas casi brutas
en el orgasmo
y cuando sepa reír lávame los pies
con la música depredadora de tu lengua ácida impaciente.

Mira bien el sexo hundido en mi
casi débil y blando en el espejo
después de la asfixia malamente crónica y barata
¿crees vendrían acaso los llantos?

Porque el domingo entre los movimientos internos
y los malos planes futuros
alguna cabeza se dedica a pensar en tu nombre
y se deletrea casi automáticamente entre el silencio
una imaginaria colectiva argamasa de comics
comidos por el asco
de la mala escena.

2 comentarios:

Monsieur James dijo...

En tu estilo, un poema erótico, puramente animal, en que solo al final, parece que vuelve lo estupidamente racional.... Y llorar... porque?

MALUCILLAYCAFÉ dijo...

un erotismo fuerte que devela las sensaciones femeninas, lo he disfrutado mucho