Yo que tan sola
ví partir tu fe,
en mi corazón hartazmico,
yo que de una vez por todas,
destruí mi raza y mi tierra
y me agiganté
como los vitrales en la pared.
Termine incauta,
por matar todos los soles,
nutriéndome como capa sobre tus horizontes.
Como una corriente desfragmentaria e incolora.
1 comentario:
Mucha fuerza
en vuestros
versos...
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