domingo, mayo 14, 2006

La Luciérnaga




Tan cansada de partir el alma
de beber ojos
estrujando lágrimas.
He caído al sueño
y supongo una eterna luz llamándome.
La luz se disfraza de soledad
y el amor imposible vocifera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así es el cambio, una luz perpétua de melancolía.